Estoy gorda

Estoy gorda, asi como lo leen, estoy mas gorda que una gorda gorda, mas gorda que un niño robusto, mas gorda que una niña obesa, mas gorda que un viejo panzon y tetudo, mas gorda que una vieja mofletuda. Mas gorda que una gorda.



Nunca he sido prejuiciosa, tampoco indolente con los cuerpos ajenos al mio, mas bien he sido comprensiva con las bondades que Dios les da a otras y pateticamente caritativa con las desgracias corporales de algunas, pero en mi caso, me convierto en la mas desalmada, en una pinche bruja, en una tirana del cuerpo regordete y marranudo, este no es mi cuerpo, no se que cuerpo es, no lo se, solo lo veo debajo de mi cuello pero lo detesto.



Nunca me he caracterizado por tener el cuerpo del momento, de ser la bomba sexy de mi barrio, osea, tampoco tampoco, muy por el contrario tengo carencias ( me falta poto), pero lo compenso con dos buenos melones jugosos y apetecibles, al menos eso aseguran mis ex.



Ahora me siento la mas hedionda puerca del planeta, la marranita de la esquina de la granja, la chanchita que odia salir a comer basura o afrecho por temor a estar mas cerdita aun. La ropa ya no me queda, bueno si me queda pero apretado, siento que tengo una espalda enorme, unos brazos colosales, una panza gigantesca, y las piernas que decir, sigo con esas mendigas piernas de pollo y el poto que no sale porque es muy timido dice él.



Muchos que me conocen diran que exagerada esta mujer, pero yo lo se, yo lo se, yo conosco mi cuerpo, y algunos ex amantes diran -yo tambien lo conosco- como me dijeron alguna vez.



Pero soy mujer ante todo, y como tal soy frivola, soy banal, y soy patetica y caprichosa, y hoy me siento la mas puerca del planeta...y del universo.



A empezar alguna dieta, pero que rico es comer, ni modo, empezare con la dieta del lagarto.